Psilocibina: el futuro de los tratamientos para la depresión y la ansiedad

La psilocibina es una sustancia psicoactiva presente en los hongos psilocibios, también conocidos como «hongos o setas mágicas». En los últimos años, se ha demostrado que la psilocibina tiene efectos positivos en la salud mental, especialmente en el tratamiento de trastornos como la depresión y la ansiedad.

La psilocibina actúa en el cerebro al estimular los receptores de serotonina, en particular el receptor 5-HT2A. Este receptor se encuentra en el cerebro y es responsable de la regulación de las emociones, la cognición y la percepción. La psilocibina y la psilocina actúan sobre este receptor, lo que produce sus efectos psicoactivos y terapéuticos.

¿Macrodosis o microdosis? 

Existen diferentes formas de administrar la psilocibina, incluyendo la ingestión de macrodosis y microdosis. Las macrodosis son dosis más grandes, entre 1 y 5 gramos de hongos secos. Consisten en una sola toma guiada y producen efectos psicodélicos que duran de 4 a 6 horas. En este contexto, se busca utilizar la psilocibina para inducir experiencias psicodélicas que permitan a los pacientes abordar y procesar temas emocionales y psicológicos. Para su efecto terapéutico, además, se requiere de un acompañamiento terapéutico, denominado «set and setting». Mientras que las microdosis son dosis más pequeñas (alrededor de 0,2 gramos de hongos secos) que se toman durante un mes bajo el protocolo de Fadiman (hay varios protocolos más) con el objetivo de mejorar el rendimiento cognitivo y la productividad, sin producir efectos psicodélicos notables.

¿Qué evidencia tenemos hasta el momento? 

Un estudio reciente publicado en la revista científica JAMA Psychiatry encontró que la psilocibina redujo significativamente la rumiación en pacientes con depresión resistente al tratamiento. La rumiación es un síntoma común en la depresión que se caracteriza por pensamientos repetitivos y negativos sobre uno mismo y el mundo. La reducción de la rumiación es un importante indicador de la mejora de la salud mental.

Otra fuente de conocimiento acerca del mundo de la psilocibina es el MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies), una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación y el desarrollo de terapias con sustancias psicodélicas y cannabis para tratar diferentes trastornos de salud mental y física.

La organización fue fundada en 1986 por el psicólogo clínico Rick Doblin y un grupo de defensores de la salud mental. Desde entonces, el MAPS ha realizado investigaciones clínicas y ha trabajado para promover la educación y la comprensión pública de los beneficios potenciales de las sustancias psicodélicas y cannabis.

Entre los proyectos más destacados del MAPS se encuentran los estudios clínicos sobre el uso de la MDMA (éxtasis) para tratar trastornos de estrés postraumático (TEPT), así como la investigación sobre el uso de la psilocibina para tratar la ansiedad y la depresión. Además de la investigación clínica, el MAPS también trabaja en la promoción de políticas de drogas más justas y humanas, así como en la promoción de la educación pública sobre los beneficios y riesgos de las sustancias psicodélicas y el cannabis.

La psilocibina y la psilocina son sustancias prometedoras para el tratamiento de trastornos de salud mental, especialmente la depresión y la ansiedad. El uso terapéutico de estas sustancias debe ser supervisado por un profesional médico capacitado y solo debe considerarse como una opción de tratamiento en casos específicos. La investigación continua en este campo, incluyendo el uso de macro y micro dosis y la psicoterapia, puede llevar a avances significativos en el tratamiento de trastornos de salud mental en el futuro.