Anunciaron la creación de una empresa del estado con base tecnológica. La dirigen el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, la Universidad Arturo Jauretche y el Hospital de Alta Complejidad El Cruce, de Florencio Varela. Ofrecerán servicios pero también control de calidad de productos.
“El conocimiento científico es capaz de generar productos y servicios nuevos que salen a disputar el mercado”, es la premisa de Cannabis CONICET, la empresa con base tecnológica anunciada antes de la reglamentación de la ley de cannabis industrial.
Lo cierto es que, hasta tanto se resuelva la legislación alrededor de la comercialización de productos derivados del cannabis, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas lanzó su propia empresa para “formalizar los servicios vinculados a la capacitación para la comunidad y para los profesionales, el control de calidad, y la disponibilidad de semillas con genética registrada”.
Además, buscarán “apoyar la realización de ensayos clínicos para diferentes patologías”. Para estos avances será fundamental lo que ocurra con la reglamentación del Decreto 266/2022 que creó la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) para “controlar la producción y el uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y sus productos derivados”.
Para los directores de Cannabis CONICET, la etiqueta creada por ANMAT que le da a los derivados del cannabis la categoría de producto medicinal no farmacéutico permitirá colocar al país en un “lugar de vanguardia”.
Como fin último, Cannabis CONICET podrá respaldar, con el control de calidad, a productos fabricados por la empresa o tercerizados, algo parecido a lo que ocurrió durante la pandemia con los barbijos ATOM-Protect, popularmente conocidos como “los barbijos del CONICET”, que vendieron más de 3 millones de unidades.
“Presentamos una empresa de base tecnológica que va permitir asegurar la calidad, el uso seguro del cannabis medicinal, su acceso, fortalecer la cadena productiva, y algo más allá de esto y muy satisfactorio, es poder contar con las semillas propias, es un tema de soberanía científica”, dijo la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Ana Franchi durante la presentación de Cannabis CONICET, la empresa del estado que propone intervenir en el mercado del cáñamo industrial.
La intención, según anunciaron, es apuntar a la formación académica y productiva de los cultivadores. Además de la formación de los usuarios.
La empresa ofrecerá servicios de capacitación, control de calidad estandarizado, estudios observacionales del uso terapéutico del cannabis medicinal para contar con la evidencia sobre la eficacia, los efectos adversos y las dosis. Además apuntarán al desarrollo de las semillas de CONICET para su comercialización.
A cargo estará la investigadora y neuróloga Silvia Kochen, del Hospital El Cruce, que aportará sus recursos para el control de calidad desde la producción hasta la distribución. Con este convenio apuntarán a “potenciar el Centro de Medicina Traslacional”, dijo Ariel Sáez de Guinoa durante la presentación.
Kochen estará a cargo de la coordinación científica junto a Gregorio Bigatti y Esteban Colman Lerner, todos investigadores del CONICET.
Periodista, estudió Comunicación Social en la UNLZ.