Es de la empresa estatal Cannava en Jujuy. Anmat autorizó el funcionamiento de la planta farmacéutica a escala industrial. Así habilitan un nuevo mercado que tiene como fin último la exportación de productos derivados del cannabis.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó a la empresa estatal Cannava, de Jujuy, para fabricar y procesar cannabis medicinal de grado farmacéutico. Así, la empresa anunció que para fines de diciembre el aceite estará en todas las farmacias del país.
Cannava es una empresa del estado, impulsada por la gobernación de Jujuy. Tienen una capacidad productiva de 80 toneladas de florescencias medicinales y 4 mil kilos de ingredientes farmacéuticos activos, según informan.
El ambicioso proyecto pretende elaborar compuestos medicinales no sólo en Argentina, si no también para abastecer al mercado regional.
El objetivo de Cannava
La crearon en 2018 y Jujuy ya comercializa Cannava CBD10, un aceite de cannabis que -según datos de la empresa- los médicos con matrícula provincial ya recetan para dolores crónicos (un 47 por ciento de las recetas que llegan a las farmacias son para estos tratamientos) y un 30 por ciento para casos de epilepsia refractaria. Siempre según datos de Cannava, el dos por ciento lo recetan para parkinson, igual que para enfermedades inflamatorias intestinales como diarrea, dermopatías crónicas y el uno por ciento para acompañar los efectos adversos en tratamientos oncológicos.
Estimaciones de Cannava establecieron que podrían producir 80 mil kilos de flores y 1200 kilos de ingredientes farmacéuticos activos (IFA).
¿Qué significa esta habilitación para el cannabis de uso terapéutico?
El 26 de mayo la Cámara de Diputados aprobó la ley 27.699 que autoriza la producción industrial de cannabis medicinal. Así, regulará la inversión pública y privada en el sector lo que permitiría avanzar hacia una industrialización del aceite de CBD, por ahora, para tratamientos médicos.
Así, los pacientes podrían acceder a productos realizados en laboratorios que cumplan con los estándares de grado farmacéutico.
También en el sector especulan con la presión que puedan ejercer los grandes inversores para que se habiliten otros derivados de la planta que todavía no han sido autorizados por la autoridad nacional. Y así aprovechar todos los beneficios de la planta del cannabis.
La ley otorgó un plazo de 180 días para que la Secretaria de Industria y Desarrollo Productivo cree LA Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), como organismo descentralizado para “regular, controlar y emitir las autorizaciones administrativas” relacionadas al uso de semillas de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados. Sin embargo aún no ha sido reglamentada.