Depresión y cannabis: ¿para todos lo mismo?

En la mayoría de las descripciones en las etiquetas de aceite de cannabis o de las propiedades de la planta figura el término «antidepresivo». En esta nota todo lo que tenés que saber cuando te dicen la palabra DEPRESIÓN. 

Cuando se enumeran las propiedades de la planta de cannabis o las patologías que puede tratar, se menciona a la depresión como un blanco del CBD y del THC. Pero este término es difícil de precisar. En la actualidad hay muchas definiciones de la palabra depresión. Esto sucede porque desde hace varios años se la incluyó dentro de otros trastornos del estado de ánimo, además de los trastornos depresivos, y se la igualó a la melancolía. 

Los trastornos depresivos se caracterizan por la tristeza patológica, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar lo que antes daba placer (anhedonia) y una disminución de la voluntad que reduce de forma significativa las actividades con un cansancio exagerado,  incluso después de realizar pequeños esfuerzos.

Otros síntomas pueden ser los sentimientos de culpa o desesperanza, la irritabilidad, el pesimismo, las ideas de muerte o de suicidio, la pérdida de confianza en uno mismo o en los demás, la disminución de la concentración y la memoria, la intranquilidad, los trastornos del sueño y la disminución del apetito y de la libido.

Cuando al diagnóstico de depresión se lo considera dentro de los trastornos afectivos en el área de la salud mental, más específicamente en la psiquiatría, se incluyen conceptos como el estado del ánimo, los sentimientos y las emociones. 

Los sentimientos refieren a un estado que se prolonga a lo largo del tiempo y las emociones son un término que se utiliza para referirse a experiencias espontáneas transitorias e inconscientes. Entonces ya no pensamos en la depresión como una enfermedad a tratar, vamos a pensarla también como un signo dentro de un cuadro mucho más complejo. Pongamos algunos ejemplos:

Alguien que padece esquizofrenia puede tener signos y síntomas propios de la depresión como poca voluntad, tristeza, ganas de dormir mucho. 

¿Esa persona está deprimida?

La respuesta es ambigua. De lo que estamos seguros es que su padecimiento puede ser diagnosticado desde estos síntomas depresivos. Por lo que no se trata de un trastorno depresivo sino de síntomas que forman de la esquizofrenia. 

¿Pueden ser tratados con cannabis? 

La respuesta es SÍ. Pero la vía de administración, dosis, formulación o cepa de la planta y los resultados esperados serán diferentes en comparación con un tratamiento de alguien que sufre Trastorno Depresivo Mayor. No es mejor ni peor, sino distinta.

Un paciente diagnosticado con Trastorno Bipolar que está cursando un cuadro depresivo podría utilizar cannabis. Pero en su caso la palabra depresión no está asociado a los mismos mecanismo fisiopatológicos, tampoco los psicofármacos que usualmente se prescriben para tratar dicho cuadro. Entonces sería lógico pensar que la depresión en este contexto será abordada con proporciones de CBD y THC que no agraven dichos síntomas. Y en caso que el paciente esté medicado con estabilizadores del estado del ánimo debemos prestar mucha atención en la interacciones farmacológicas. Muchas veces pueden actuar junto al cannabis y tener un mejor desempeño, lo que llamamos coadyuvancia. 

¿Qué hacer entonces? 

Consultar con un especialista, en particular con un psiquiatra y/o psicólogo cuando hablamos de depresión. El diagnóstico es el puntapié inicial para una adecuada terapéutica y el cannabis no escapa a esta regla.

Aquellas cepas y vías de administración que a alguien deprimido la pueden ayudar a otra personas las puede empeorar. Agregamos las interacciones farmacológicas, que son de mucha importancia cuando hay tratamientos psicofarmacológicos previos. 

Casi todos los preparados con cannabis tienen propiedades antidepresivas a dosis adecuadas pero no en todos oficia de antidepresivo.