Aprobaron en Diputados la Ley de Cannabis Industrial

Fue por amplia mayoría pero con observaciones y reparos de algunos bloques. El proyecto busca dar un marco a la producción de cannabis, sus semillas y todos sus derivados para uso medicinal, industrial e investigación. ONGs, pacientes y profesionales de la salud celebraron la iniciativa.

“Estamos cumpliendo el sueño de Manuel Belgrano con tecnología del siglo XXI”, afirmó la diputada Mara Brawer al abrir el debate en la cámara baja que, tras seis horas, terminó aprobando la nueva Ley para el desarrollo de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial con 155 votos afirmativos, 56 negativos y 19 abstenciones. La discusión tuvo momentos elevados y las principales críticas al proyecto llegaron por la creación de una nueva agencia y por una supuesta legalización del consumo. Desde los palcos, tanto ONGs que luchan por la reglamentación, familiares de pacientes que usan cannabis y profesionales de la salud celebraron la aprobación.

Las palabras de Brawer hacen referencia a un texto de Belgrano en el que habla de los múltiples beneficios del cáñamo. El proyecto aprobado por Diputados ayer busca reglamentar y dar un marco adecuado a la producción nacional y con fines de exportación de planta de cannabis, sus semillas y todos sus derivados que estén afectados al uso medicinal, a la investigación científica y al uso industrial. Quienes defienden la iniciativa ven una posibilidad única con el cannabis, como lo muestran los múltiples proyectos encarados por varias provincias, y prometen la creación de más de 10.000 puestos de trabajo. El interés de esos gobiernos provinciales, algunos oficialistas y otros opositores, fue clave a la hora de juntar voluntades. “Esta industria abre una gran oportunidad en provincias del norte argentino, por sobre todas las cosas”, explicó Ricardo Herrera, diputado por La Rioja, y relató los proyectos que ya se realizan en la región. 

En uno de sus artículos, la ley contempla la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), que funcionará dentro del ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo. El Ente buscará articular la cadena productiva del cannabis y regular las distintas instancias además de propiciar el marco adecuado para las inversiones tanto públicas como privadas. Este fue un punto que generó mucho ruido y críticas, no sólo entre quienes votaron en contra o se abstuvieron, sino también de algunos que acompañaron la iniciativa. “No entendemos el rol jurídico que tiene esta Agencia. Ya existen organismos que podrían cumplir el rol que se le asigna”, afirmó el legislador Juan Manuel López (CC), que también criticó la falta de análisis y trabajo sobre la ley. “Debería haber pasado al menos por la comisión de salud, quizás la penal”, agregó el diputado que votó en contra. El proyecto, que había logrado la media sanción en el senado, fue aprobado el lunes pasado por las comisiones de Agricultura y Ganadería y Presupuesto y Hacienda y sólo tres días después fue al recinto para su tratamiento.

“Acá venimos a tratar el uso del cannabis con fines medicinales, no recreativos, como se intenta hacer creer”, dijo el diputado Ricardo Buryaile -presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería- al iniciar su exposición. Y continuó: “Estamos apostando a la salud pública, a miles de personas a las que le vamos a mejorar el tratamiento, la calidad de vida. Basta recorrer las redes sociales que hoy se consigue aceite de cannabis sin ningún tipo de control o legalidad. Estamos exponiendo a eso a nuestra sociedad. Y el objetivo específico de esta ley es la habilitación y regulación para la investigación e industrialización del cannabis medicinal y el cáñamo industrial”. A su vez, destacó los beneficios económicos que puede traer para la generación de divisas y las economías regionales y dejó bien en claro que no es una habilitación al uso recreativo y al tráfico de drogas. Buryaile también cargó sobre la Agencia que prevee el artículo 4 y pidió que las provincias participen en el directorio y las políticas a llevar adelante.

Entre los que criticaron duramente la ley, algunos hicieron eco en una supuesta habilitación para el tráfico de drogas y el uso de cannabis de manera recreacional. “Cómo salimos del dilema entre enfermos que necesitan del cannabis para aliviar sus dolores versus jóvenes cooptados por el narcotráfico en una argentina sin control. De entender que normativas vacías como la que estamos discutiendo abren la puerta a que el narcotráfico se inserte sin ningún tipo de posibilidades legales que nos podamos defender”, afirmó la diputada Laura Rodriguez (PRO). 

“Hay algo que tiene el cannabis que es maravilloso. Es una planta que nos enseña todo el tiempo. Además de curar, de aliviar el dolor, además cambia un montón de lógicas sociales. Entre ellas la de los médicos”, afirmó Ana Carolina Gailard, una de las diputadas que impulsó la ley. En su discursó hizo énfasis en la lucha de los familiares y las organizaciones para el impulso del cannabis medicinal y los padecimientos que transitaron a lo largo de los años para poder lograr los tratamientos. “Esta es una ley que abre el camino productivo, del desarrollo, de una nueva industria, de generación de divisas y puestos de trabajo y que pone a la Argentina de los requerimientos de organismos internacionales”, afirmó Gailard en el cierre del discurso y siguió: “No tengan miedo, estamos hablando de uso medicinal. Eso no está en discusión. Y abre el camino a la salud con igualdad, el acceso a una calidad de vida digna tanto para los que presentan una enfermedad como para las familias que cuidan y protegen a sus hijos e hijas. Es un alivio para el padecimiento porque el dolor no puede esperar”.