La odontóloga e investigadora Mariana Ríos comparte su experiencia de cinco años investigando y proponiendo el uso controlado de cannabis medicinal en su consultorio. Comprobó que puede actuar en la prevención de caries, evitar gingivitis y hasta regular los efectos del bruxismo, entre otros puntos.
Por Mariana Ríos*
Hace tiempo venimos escuchando las bondades del cannabis en la medicina actual, pero poco sabemos sobre su utilización en odontología. Hoy traigo un pantallazo de todas las aplicaciones que fui descubriendo a lo largo de 5 años de investigación y práctica en mi consultorio.
Diariamente utilizo el cannabis para la higiene oral y prevenir así las infecciones bacterianas. Estudios científicos recientes demuestran que el cannabis (específicamente el CBD y CBG) matan las bacterias de la boca con una alta efectividad, sin efectos secundarios en su aplicación local, proporcionando un potencial terapéutico en la prevención de caries, enfermedad periodontal y gingivitis. Se puede aplicar diariamente y hasta tres veces por día con el cepillado dental.
Otro de sus usos es para la enfermedad periodontal, una patología de carácter inflamatorio e infeccioso que presenta pérdida de hueso y afecta a los tejidos de sostén del diente. Aquí no solo actúa como antiinflamatorio y analgésico, sino también regulando la reabsorción y formación del hueso y modulando el sistema inmunitario.
El mayor uso del cannabis en mi consultorio y la consulta más frecuente es por bruxismo, que se caracteriza por movimientos rítmicos e involuntarios de los músculos masticatorios. Generalmente se producen de noche y generan trastornos de ATM (articulación temporomandibular), dolor de cabeza, cervical y facial, fractura de piezas dentarias y sensibilidad dental, entre otros síntomas. El bruxismo generalmente viene acompañado de trastornos de sueño, estrés y ansiedad, asociado a patologías como síndrome de down, parálisis cerebral espástica, parkinson, etc. En este caso, el cannabis disminuye la acción de los músculos masticatorios, evitando así trastornos temporomandibulares, fracturas y abrasiones dentarias. Ejerce efecto ansiolítico, analgésico y antiinflamatorio, pudiéndose aplicar de forma tópica, sublingual o por vaporización.
La Neuralgia del trigémino es una patología sumamente dolorosa, incapacitante y refractaria (no responde a otros fármacos). En este caso, el cannabis actúa como un potente analgésico además de provocar mejoras increíbles en la vida del paciente, que puede reducir la dosis de otros fármacos que conllevan una enorme cantidad de efectos secundarios.
Otras aplicaciones y consultas frecuentes están relacionadas con enfermedades reumáticas como la artrosis y artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, esclerodermia y fibromialgia, entre otras.
Lo que caracteriza a todos estos padecimientos es la cronicidad, la presencia de dolor y el componente inflamatorio y autoinmunitario. Los pacientes con estas patologías presentan manifestaciones orales tales como ulceraciones, procesos cariosos y lesiones mucosas. Los síntomas y signos articulares más comunes son inflamación y dolor crónico articular; dificultad y limitación funcional de las articulaciones. El tratamiento convencional suele no ser muy eficaz y con múltiples efectos adversos por la toxicidad de los fármacos a distintos niveles: renal, digestivo, hepático, etc. El cannabis actúa en varios síntomas de estas enfermedades regulando el sistema inmune, disminuyendo el dolor y la inflamación, evitando la reabsorción ósea, regulando el sueño y el apetito, actuando como ansiolítico y, en consecuencia, mejorando la calidad de vida del paciente. Se utiliza de forma tópica en las lesiones cutáneas y mucosas y por la vía sistémica.
El cáncer de la cavidad oral es una de las neoplasias malignas más comunes en todo el mundo. Hay evidencia científica que demuestra que el cannabis es un potente antitumoral, produciendo la muerte de las células tumorales (sin afectar las células sanas), evitando la metástasis y la angiogénesis. La terapia con cannabis funciona muy bien como paliativo ya que evita las náuseas y los vómitos durante la quimioterapia.
La osteoporosis es un trastorno metabólico caracterizado por una disparidad en la actividad de los osteoblastos y los osteoclastos que conduce al deterioro gradual de la masa ósea y al aumento de la fragilidad ósea y el riesgo de fracturas. Estudios recientes demostraron que los endocannabinoides y sus receptores están involucrados en la patogénesis de la osteoporosis dado que suprime la reabsorción de hueso, aumenta la masa ósea y protege contra la pérdida de la misma.
El cannabis es utilizado con éxito en odontopediatría y atención de pacientes con capacidades diferentes. Está demostrado que el cannabis es mucho más seguro y efectivo que cualquier tratamiento medicamentoso que usamos hoy en la práctica diaria para tratar estas patologías, en algunos casos reemplazando la medicina convencional y en otros casos, reforzando tratamientos actuales y minimizando los efectos secundarios.
La mayoría de los pacientes que vienen a la consulta llegan polimedicados y refractarios, muchos con consumo previo de cannabis. Es nuestra obligación como profesionales acompañar al paciente y no juzgarlo, regular sus dosis, controlar dicho tratamiento y ofrecerle un tratamiento adecuado, efectivo, seguro y bien tolerado
* Mariana Ríos es una odontóloga argentina, madre de un paciente en tratamiento con cannabis medicinal y cultivadora solidaria. Preside la Asociación Civil Familias Cultivando, donde enseñan a cultivar y elaborar preparados a base de cannabis para uso medicinal. Integra también la agrupación Educannar, formada por profesionales de la salud, donde trabajan en la investigación del uso medicinal del cannabis y en la capacitación de otros profesionales dando cursos sobre su utilización, a la vez que acompañan a pacientes en tratamiento con cannabis.
Periodista. Licenciada en Comunicación Audiovisual.
