Agrupados en la Asociación de Veterinarios Cannábicos profesionales de todo el país buscan que los animales puedan acceder a preparados seguros y eficaces, de planta completa y no a snacks con CBD como propone la industria.
El sistema endocannabinoide está en todos los vertebrados, por eso -así como en los humanos- el cannabis surge como una alternativa efectiva para tratar distintas patologías. Hay tres afecciones más frecuentes para las que se utiliza aceite de cannabis. Son la epilepsia refractaria, para los animales con dolores crónicos producidos por hernias de disco o problemas articulares y para acompañar a los que tienen algún tipo de cáncer. Pero, a pesar de la evidencia sobre sus beneficios, la medicina veterinaria quedó relegada de las regulaciones para cannabis de uso medicinal.
Mientras más profesionales buscan capacitarse, la industria apunta a la comercialización de snacks con CBD pero dejan de lado el método más eficiente, barato y accesible: el aceite de cannabis. Además, según explican, los animales utilizan compuestos con CBD y THC, algo que no se encuentra en los aprobados para humanos.
Por eso, un grupo de médicos veterinarios agrupados en la Asociación de Veterinarios Cannábicos lucha para que sus pacientes estén dentro de un marco regulatorio que les permita acceder a aceites de calidad y a tratamientos eficientes.
Los desafíos del cannabis para mascotas
Paula Lezcano es veterinaria, fisioterapeuta especializada en rehabilitación, vive en Neuquén y es una de las fundadoras de la asociación. “El acceso al tratamiento de cannabis en animales es limitado. No tenemos un lugar donde comprar los aceites”, ejemplifica. Y agrega: “Nuestra bandera es el activismo, desde 2017 venimos visibilizando esta causa para que los animales también sean considerados dentro del marco regulatorio”.
Lezcano es parte de un grupo de Telegram donde se reúnen más de 300 profesionales de todo el país y comparten experiencias, recursos y herramientas para integrar este recurso a sus tratamientos.
“Los pacientes veterinarios no tienen competencias dentro de la Ley de Cannabis Medicinal, (Ley 27669). Y menos de planta completa, porque no son solo de CBD aislados como en humanos, en veterinaria se usa todo. El THC también es utilizado terapéuticamente en los animales”, describe.
Para ella la clave está en la regulación y en la calidad de los aceites que usan en sus tratamientos: “Nosotros luchamos para que el animal tenga un acceso a un fitopreparado que esté certificado, que tenga control de calidad y que sea para uso veterinario. Por el momento, eso no existe», sentencia Lezcano.
Una red federal
La red de profesionales en Veterinarios Cannábicos es representativa de todo el país. Involucra médicos de Formosa, Neuquén, La Plata, Mendoza, Salta, Jujuy, entre otras provincias.
Según cuentan, la mayoría de los tutores que se acercan buscando un tratamiento con cannabis son cultivadores o personas que ya consumen la planta. Pero no existen, por ejemplo, organizaciones que tengan autorización para producir aceites para tratamientos en animales. Sin embargo, muchos cultivadores destinan su producción a estos pacientes.
El mecanismo es informal e inseguro: para que un tratamiento sea eficaz los tutores deberían comprar aceites a productores certificados, que hayan realizado cromatografías o realizarlas de manera particular antes de suministrarlo. Eso eleva muchísimo el costo, cada estudio puede costar alrededor de 4000 pesos, además del precio del producto.
Abriendo paso
RACME- CONICET es la Red de Cannabis Medicinal de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas que, entre los profesionales que incluyó, sumó médicos veterinarios. En mayo realizaron el primer plenario del año con más de 100 asistentes y allí refirieron a la importancia de “unir esfuerzos en pos de una futura ley de cannabis medicinal veterinario”.
En este espacio, los profesionales buscan profundizar en la investigación del uso de cannabis medicinal con otros miembros de la RACME en caninos y felinos.
La industria
Detrás de la aprobación de los productos con cannabis medicinal está SENASA. De ellos dependerá qué y cómo llegan los derivados de la planta de marihuana a los animales.
Pero el negocio puja por un lugar. En ningún lugar del mundo está regulado el uso de aceite de cannabis para uso veterinario, Argentina sería referente en la materia si logra avanzar en su regulación.
Lo que ocurre es que la industria de alimentos para mascotas apunta a los snacks y preparados con CBD para usar en tratamientos, algo que Lezcano cuestiona. “Nosotros apostamos a preparados con la planta completa, no a CBD aislado. Defendemos el uso del aceite, para veterinaria se utilizan todos los componentes. Porque además la planta tiene flavonoides, otros componentes… Apostamos a ese efecto terapéutico, no queremos indicar galletitas a un animal epiléptico”.
Periodista, estudió Comunicación Social en la UNLZ.