
Para tejer hilados, para uso medicinal o por la firmeza de sus fibras el cannabis o cáñamo lleva siglos siendo una herramienta para las sociedades. Un repaso por la historia del cannabis: ¿de dónde viene?
Taiwán conserva el registro más antiguo de consumo de cannabis en la historia: tiene más de 10 mil años y se conserva desde la Edad de Piedra. Son restos de cerámica rotos, desenterrados por los arqueólogos de un pueblo de más de 10 mil años.
Entre los escombros de esta comunidad prehistórica había trozos de cerámica rotos con decoraciones de un cordón presionado sobre la arcilla blanda. Esa marca, que podría ser una decoración cualquiera, es el indicio más contundente de la presencia del cannabis en Asia: esas macetas, con patrones de fibra retorcida incrustada en los costados, han permitido descifrar que los hombres usaron la planta de marihuana desde entonces.
También hallaron herramientas muy similares a las que luego se usaron para soltar las fibras de cannabis de sus tallos.
Los primeros usos de la planta de cannabis
Estos hallazgos describen uno de los primeros usos de la planta: las hebras de la fibra eran mucho más fuertes cuando las retorcían. Gracias al arte del hilado lograron tejerlas hasta convertirlas en telas y así dejar de lado las pieles de animales para confeccionar prendas de vestir. Fue la fibra del cáñamo la que los chinos eligieron para su primer tejido casero.
Un ejemplo de la importancia de la fibra del cáñamo en la antigua cultura China está presente en el Libro de los Ritos, del siglo II A.C., donde establecen que -por respeto a los muertos- sus dolientes debían llevar ropa realizada con tela de cáñamo. Esa costumbre continuó hasta los tiempos modernos.
La pieza más antigua
Los rastros de aquellas primeras telas chinas desaparecieron, excepto por restos hallados en 1972 en un cementerio de la Dinastía Chou (1122-249 A.C.)
Además de fragmentos de tela encontraron recipientes de bronce, armas y piezas de jade. Gracias a algunos análisis determinaron que la tela estaba hecha de cáñamo y así se convirtió en la pieza más antigua que existe.
Fue en estas tierras donde descubrieron que las plantas masculinas producían mejor fibra y las femeninas, las mejores semillas.
La tierra del cáñamo
La seda y los tejidos de cáñamo fueron fundamentales para la cultura China. Era tan preciado por ellos que llamaron al país “tierra de la morera y el cáñamo”.
La morera era el alimento de los gusanos de la seda y fue este textil uno de los productos más importantes de China. Pero que era tan costoso que sólo los ricos podían permitirse el lujo de vestirlo.
En cambio, los hilados de cannabis eran más baratos y servían para vestir al resto de la población. El cáñamo fue el textil de los pobres.
En los manuscritos chinos antiguos hay pasajes que invitan a los pobladores a plantar cáñamo para tener ropa con qué vestirse.
“Blanquecino y rico… con seda, cáñamo, plomo, pinos y puedras extrañas”, describe el libro de poesía King, que aproximadamente alrededor del 2350 A. C. hacía referencia a la provincia de Shantung.
