Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad del Nordeste trabajan en un chip de frutos regionales con cannabis para acompañar pacientes. El objetivo es lanzar un snack con CBD.
El proyecto empezó después de que un grupo de cultivadores le pidiera a los investigadores que analizaran distintas variedades de aceites de cannabis circulando en el Nordeste argentino. El resultado fue tan variable que los sorprendió. No sólo entre personas que los produjeron, sino también entre la misma producción. Ese puntapié inicial derivó en el proyecto de un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad del Nordeste, en Corrientes. Sonia Sgroppo es doctora en Ciencias Químicas y hace tiempo estudia la realización de snacks de productos autóctonos. Ambos proyectos se combinaron y así surgió la idea de trabajar en un snack con CBD que pudiera acompañar tratamientos medicinales.
“El año pasado nos indicaron que hiciéramos un dosaje de distintos aceites de cannabis que estaban consumiendo diferentes personas con algunos padecimientos. A partir de ahí decidimos formar un grupo para empezar a trabajar en el tema cannabis, dado que es algo nuevo, que recién está empezando, y una muy buena oportunidad y un muy buen tema al que debemos dedicarnos. Armamos un equipo con el Laboratorio de Productos Naturales de la facultad, a cargo de la Doctora Ana María Torres, el doctor Mario Delfino, a cargo de la cátedra de Química Analítica Instrumental, y yo, que estoy a cargo del grupo de investigación de Ciencia y Tecnología de vegetales”, contó Sgroppo.
Se trata del primer proyecto que tiene que ver con el desarrollo de un producto con cannabis en la región. Aunque la comercialización aún no está reglamentada, proponen un proyecto a cuatro años.
El ABC del proyecto
Sgroppo es chaqueña y lleva adelante otros dos proyectos de investigación: “Yo por mi parte vengo trabajando hace años con distintos frutos regionales en su preservación, frescos y procesados. Estoy desarrollando un snack y polvo a base de un tipo de mango que crece en la región, que es muy dulce, pero más chico que el brasilero y más fibroso, lo que dificulta su consumo natural. Y decidimos iniciar este proyecto y ver la posibilidad de adicionar compuestos de cannabis tan interesantes desde el punto de vista de la salud”.
El proyecto está en la etapa de extracción, purificación y cuantificación, para seleccionar con qué tipo de variedades elaborar el producto. Luego restará estudiar la adición a los snacks y su estabilidad en el tiempo.
Para desarrollarlo, y mientras la provincia avanza en sus propias plantaciones para la producción a gran escala, los investigadores realizan las pruebas con variedades de cannabis de consumidores locales.
La clave: conocer qué tiene cada producto
“Las diferencias que encontramos entre los aceites artesanales que circulan es mucha. También en las plantas. Son de personas que producen para sí mismos o para quién lo necesita. Nos encontramos con la variabilidad sumamente alta y en general, en los aceites, los contenidos en THC son muy superiores a los cannabinoides, no hay uniformidad en la previsión de eso. No sólo entre cada persona, entre cada frasco te diría, es muy diferente porque la planta en sí no es estable, no hay una planta igual a otra”, sigue Sgroppo.
Esta forma de consumo permitiría que la administración del cannabis medicinal sea controlada en dosis, con bajo contenido de THC y alto en cannabinoides. “La idea es primero trabajar con plantas estables, que sean estables en cuanto a los compuestos que proveen, dosar esas cantidades y verificar en el tiempo la estabilidad del snack, también durante el almacenamiento”, analiza la mujer.
Hay otras iniciativas en la provincia, encuadradas en la Ley N°27350 del año 2017, que establece las bases para la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados. Pero las otras están centradas en el desarrollo de micropropagación y de perfiles genéticos de la especie de cannabis sativa que se cultivan en la zona.
Periodista, estudió Comunicación Social en la UNLZ.
