Cannabis para el dolor: ¿realidad o placebo?

El dolor puede deberse a múltiples causas y tener distintas intensidades. Te contamos algunas conclusiones sobre cannabis y dolor.

Según la Real Academia Española, “dolor” es una “sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior”. El dolor puede ser sensorial o emocional, pero de cualquier forma afecta el entorno de quien lo padece en muchos niveles. El cuerpo puede sentir dolor temporal o dolor crónico y su origen puede deberse a múltiples causas. La medicina, afortunadamente, estudia y aplica hace mucho tiempo sustancias que pueden calmar estos dolores, pero a menudo generan efectos adversos. Por eso, el cannabis aparece como una gran alternativa. Te contamos en qué situaciones está probado que es beneficioso y en cuáles aún está en estudio. 

Según las conclusiones de un informe del Programa de Evaluación de Tecnología Sanitaria de ANMAT de 2017, los cannabinoides son efectivos para el dolor crónico débil. En el estudio explican: “El mayor beneficio terapéutico se obtuvo cuando los cannabinoides fueron utilizados como adyuvantes, siguiendo los lineamientos de la escalera terapéutica propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Además, contrastaron resultados en pacientes con dolor que usaron cannabinoides y pacientes que usaron placebos (sustancias que no tienen efecto terapéutico).

De qué cannabinoides estamos hablando

Según explica el trabajo, los derivados de la planta de cannabis vienen siendo estudiados desde hace muchos años para el tratamiento de epilepsia, náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia y otras condiciones médicas. Por eso, aseguran, se decidió evaluar la eficacia y la seguridad de los cannabinoides en el tratamiento específicamente del dolor. “Se aplicó un método específico de búsqueda y se expusieron los resultados de los mejores estudios evaluados para verificar el efecto de los cannabinoides en la reducción del dolor. La conclusión es que los cannabinoides mejoran el dolor neuropático en comparación con el placebo”, detallan. 

“Los cannabinoides (nabilona, THC:CBD, THC) mostraron ser beneficiosos en el tratamiento del dolor crónico, cuando se los comparó con placebo. Los estudios que compararon los cannabinoides (nabilona) con dihidrocodeína o amitriptilina no mostraron diferencias entre ellos”, explicita el documento. Y suma: “Todas las dosis de THC demostraron efecto analgésico. El mayor alivio se consiguió con dosis altas (15-20 mg). El efecto analgésico del THC es comparable al obtenido con la codeína”.

El dato clave de varios estudios es que el uso de cannabis tuvo un gran efecto como adyuvante para el dolor. Es decir, permitió reducir la dosis de otras sustancias, como opioides, o suspender esquemas terapéuticos con otros efectos adversos como  antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o antidepresivos tricíclicos.

Cómo es más eficiente aplicar cannabis para el dolor

El neurólogo Alejandro Andersson, director médico del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), explicó cómo es conveniente el uso de cannabis: “Es interesante que cuando los pacientes vienen por dolor o por algún otro síntoma como insomnio, por ejemplo, muchos fuman. Y les digo que fumar tabaco, marihuana o lechuga te termina perjudicando la ventana pulmonar porque esa temperatura de 900 o más grados genera tóxico que termina dañando, y a la larga podés terminar con una complicación respiratoria. Pero no por el producto en sí, sino por la combustión”.

Su recomendación fue: “Entonces, lo que recomiendo es vaporizar: es un dispositivo que calienta en 200 y pico de grados el producto que ponés en forma herbal -el cogollo picado o en forma de aceite, por ejemplo- y no va a generar productos tóxicos de combustión porque nunca llega a esa enorme temperatura. En este caso, nosotros como médicos aconsejamos administrarlo de esta forma, vaporizada”