Germán Saharrea tiene 44 años y corre ultramaratones: carreras de más de 50 kilómetros. El cannabis lo ayuda a combatir la ansiedad antes de la largada y a aliviar las sobrecargas musculares. Vive en Carlos Casares y quiere llegar corriendo hasta Luján para difundir los beneficios del cannabis.
En Carlos Casares Germán Saharrea corre. Dos veces por semana, 10 o 15 kilómetros. Los fines de semana 50 o 60, depende las ganas y el día. Dice que correr lo hace feliz. Para canalizar esa felicidad, para controlar la ansiedad, disfrutar el recorrido y para tratar los dolores posteriores, Germán usa cannabis.
Es maratonista de ultramaratón y ya va por los cinco desafíos cumplidos. Un ultramaratón es una carrera de más de 50 kilómetros, son horas y horas de concentración las que se necesitan para completar una carrera. Por eso fuma marihuana: para controlar esa ansiedad.
“Empecé hace más o menos cuatro años por problemas de salud. Fue como una terapia y correr se me hizo vicio. Pasé por una separación y algunas malas experiencias. Mi familia no estaba de acuerdo con que yo consumiera cannabis y una vez que corté con eso, me dediqué a correr. Sé que hay otros corredores que lo usan: cultivo y lo uso prácticamente todos los días”, le cuenta German Saharrea a Terapia Cannábica.
Tiene 44 años y consume cannabis fumado, en aceite y también ungüentos para la recuperación muscular sobre zonas con sobrecarga o contracturas después de entrenar.
“A mí me gusta fumar antes de correr por la felicidad que me produce, al correr se incrementa esa felicidad y después de entrenar para relajarme más que nada. Encuentro plenitud en correr y el cannabis permite que eso se desarrolle un poco más”, explica.
Para Germán el desafío es cambiar la mirada que hay sobre los consumidores de cannabis. “Quiero que se deje de ver a los consumidores como vagos o enfermos que no trabajan. Yo soy todo lo contrario: corro, trabajo, entreno. Soy todo lo contrario a lo que la gente piensa”, analiza.
Con la intención de difundirlo, quiere correr 200 kilómetros -desde Carlos Casares a Luján- con el apoyo de la organización Papá Cultiva. La travesía iba a durar tres días y se iba a realizar en agosto, pero Saharrea no contó con el apoyo de la Municipalidad de Carlos Casares que iba acompañarlo con un auto de apoyo y, además, se fracturó el brazo.
“Lo vamos a hacer para difundir el mensaje del cannabis y correr el velo del estigma. Antes de fin de año vamos a correr para eso”, cerró.
Periodista, estudió Comunicación Social en la UNLZ.